¿Las Nuevas Familias?

Publicado 30 enero, 2013 por Vanessa Puga

El Daño a las Generaciones por venir gracias al Pecado de Omisión

 Un mundo mejor

“Los jóvenes no son egoístas por naturaleza, así como los viejos no son sabios por naturaleza. La comprensión y la superficialidad no pertenecen a los años sino al camino que recorre cada uno”

Susanna Tamaro

El camino que recorra cada uno… pero ¿qué pasa cuando te facilitan el camino al extremo de que piensas que esforzarse para conseguir algo no es necesario? Se quejan mucho de que la generación de NINI’s (los que Ni Estudian Ni Trabajan) y que la juventud se está yendo al traste, pero ya he mencionado antes que en la estupidez burocrática las escuelas no están ayudando mucho a que mejore la situación  del país.

¿Y qué pasa cuando nos enfrentamos a la educación natural, la más crítica y la primera existente para cada uno de nosotros? Me refiero a la Educación en casa, esos primeros años (con una especie de continuo no tan marcado pero sí constante tras la entrada a la primaria) en que son los padres los que nos crían, nos ponen los límites y nos dan los primeros encuentros fuertes con el mundo real. ¿Qué pasa cuando los padres pecan por omisión?

Querer facilitarle la existencia a los hijos para “evitar futuros traumas” no es necesariamente la mejor forma de educar a los pequeños que en unos cuantos años se harán cargo del país.

Satisfacer cada exigencia de un hijo no es la mejor forma de educarlo. ¿y la tolerancia a la Frustración? ¿Cómo creen que va a reaccionar un chiquillo al que nunca se le ha dicho “no” en la vida ante la primera negativa? No va a ser algo bonito ni que alguno de nosotros quiera atestiguar, lo aseguro.

Para variar, nos enfrentamos a un asunto multifactorial: las vidas aceleradas que exigen que ambos padres (o las familias uniparentales) trabajen para mantener los gastos causando un sentimiento de culpa por falta de tiempo de calidad que se compensa con objetos materiales; los padres que no quieren o no saben cómo pasar tiempo con los hijos y prefieren “enchufarlos” a la televisión, la computadora o cualquier otro aparato que los mantenga entretenidos y sin dar guerra; los argumentos “psicológicos” chantajistas de que el niño o la niña se va a sentir menos porque “todos los demás compañeritos ya lo tienen” (inserte aquí el objeto en cuestión); la acelerada producción de objetos en una sociedad de consumo “úsese-y-deséchese” que obliga a todos a comprar y cambiar computadoras, celulares y demás a un paso desgastante para ir a la par con la moda (ya no digamos lo rápido que “se echan a perder” muchos productos)…

Motivos hay muchos. La responsabilidad está en manos de cada uno de nosotros, los adultos. Los niños no han recorrido suficiente camino como para poder discernir, pero nosotros sí ¿o no?

Se supone que ya sabemos que la vida no es sencilla y que hay que partirse el lomo para conseguir lo que uno quiere. Y debemos tener el criterio suficiente para no ceder ante la mercadotecnia. ¡Ah! Porque ya hasta la publicidad nos demuestra que las nuevas familias son dirigidas por los hijos. Para ejemplo, este comercial de coches:

http://www.youtube.com/watch?v=qnaj3pp9HlU

No es posible que pequemos de omisión. Decir “No” no es tan difícil. Sí, habrá berrinches de por medio. Dos que tres pataletas. Pero de verdad, en el futuro, nos irá mejor tanto como nación como en lo personal. No podemos estar malcriando pequeños por “facilitarles” la existencia. Porque, aceptémoslo, la vida no es fácil.  Es cierto, no hay que complicarla más de lo necesario, pero tampoco debemos mentir omitiendo que hay que trabajar.

Me interesa tu opinión :)