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Todas las entradas para el mes de 29 diciembre 2011

Querido Profesor Einstein

Publicado 29 diciembre, 2011 por Vanessa Puga



Una de las mentes más brillantes que ha dejado marca en la Humanidad ha sido sin duda alguna Albert Einstein. Hoy les quiero platicar de un libro muy singular: un libro que está compuesto por la correspondencia entre el mentado personaje y niños de todo el mundo.

Resulta que al buen Einstein le fascinaba el pensamiento de los chiquillos y durante años recibió cartas de pequeños de toda la orbe. Este libro es una recolección de algunas de las cartas que recibió y las respuestas que les dio. Tristemente, para él, no le fue posible contestar a todas y cada una de las cartas, pues eran muchas. Sin embargo es delicioso ver cómo Einstein responde con la misma candidez a preguntas infantiles.  Una prueba de que la lógica más firme es la de los pequeños y de que, para ser humano hay que mantener la mente y el espíritu joven, para no perder la perspectiva.

Además, este libro presenta un prólogo de la nieta de Einstein, Evelyn,  una serie de fotografías del físico y una línea del tiempo que permite a cualquiera entender las situaciones de su vida.

Maravillosa opción para irse acercando al mundo infantil a través de los ojos de un hombre que jamás dejó de apreciar la niñez. Este libro en definitiva es un 10.

Querido profesor Einstein

Edición a cargo de Alice Calaprice

Editorial Gedisa

Martes con mi viejo profesor

Publicado 22 diciembre, 2011 por Vanessa Puga


¿Cuáles son las lecciones verdaderamente durables en la memoria de los seres humanos? ¿De verdad tenemos que estar cerca de la muerte para cambiar el rumbo de nuestras vidas?

Mitch Albom contesta a éstas y otras preguntas en su libro autobiográfico Martes con mi viejo profesor, libro singular en el que narra su re-encuentro con su profesor consentido de la Universidad, tras 16 años de no verlo. El encuentro, por demás singular pues el azar es el encargado de volver a cruzar sus caminos, se da cuando el buen Morrie, ese profesor bailarín y animado que daba Sociología en la Universidad, enferma. Una enfermedad de las que nadie quiere: esas sentencias de muerte lenta y dolorosa, pero segura.

A partir del primer re-encuentro, el periodista de deportes adicto al trabajo que era Mitch se re-encuentra con su humanidad, sus dudas, sus sueños, al platicar cada martes con Morrie. Morrie, sin intentar ser un santo ni un profeta, narra desde su perspectiva lo que los humanos vivimos, con la reflexión inherente ante la inminente llegada de la muerte.

Es un libro que, sin rayar en lo melosamente cursi, deja muchas reflexiones al lector. Valioso para todos los que gusten de reflexionar respecto al rumbo que le están dando a su vida, sin ser un libro de autoayuda ni una oda enaltecida a un muerto.

Martes con mi viejo profesor

Mitch Albom

Editorial Océano exprés Maeva

Cruzada en jeans

Publicado 15 diciembre, 2011 por Vanessa Puga


 

Un chiquillo, Rudolf Hefting, es transportado por accidente al año 1212. Siendo un muchacho contemporáneo nuestro, el shock de acabar en plena época de cruzadas es grande. Sin embargo, más grande es el miedo a quedarse atrapado en esta época que no le pertenece.

 

Por diversas situaciones, Dolf termina en medio de una cruzada de niños, una cantidad enorme de chiquillos que guiados por Nicolás (un joven profeta) y tras padres van a la Tierra Santa para obrar el milagro más grande que la historia haya visto jamás: correr a los sarracenos.

 

Ante la imposibilidad de volver a su tiempo y las sospechas que ciertos personajes le causan a Dolf, se une a la cruzada, dándole un nuevo orden y sentido a la cruzada, volviéndose para algunos el héroe misterioso, para otros el enemigo inminente.

 

Una historia llena de aventuras y acción, perfectamente situada en el medioevo, que los mantendrá atados a las páginas. Bellamente escrita por Thea Beckman, es una lectura amena para quien no ha perdido el interés en las aventuras y la literatura que si bien está dirigida a jóvenes es apta para cualquier mente sedienta de aventuras.

 

Deben saber que Thea Beckman es psicóloga de formación, pero tan interesada en si los libros influyen en los niños se volcó a la literatura infantil y juvenil. Es una delicia leerla.

 

Cruzada en jeans

Thea Beckman

Gran Angular de SM Ediciones

 

 

 

¿Presidenciables?

Publicado 13 diciembre, 2011 por Vanessa Puga

Normalmente no me gusta hablar de política. De las materias que menos disfrutaba en mis años de estudio de Ciencias de la Comunicación eran las de Política: Geopolítica, Estado y Sociedad, etcétera. Sin embargo, esas materias me dieron armas para ver un poco más críticamente lo que acontece en el país en este momento.

No soy ni socióloga ni politóloga, y no es mi pretensión serlo, que eso quede muy claro desde este momento. Soy una escritora, pedagoga, pseudo filósofa de repente y ante todo, madre y mexicana preocupada como, creo, varios lo están en este momento. Me precio de moverme en un ambiente de pensamiento crítico y por eso levanto mi voz desde mis humildes letras. De cualquier forma muy pocas personas visitan este pobre blog…

En fin, mi preocupación es ¿qué va a pasar con México este 2012? Ante la paupérrima oferta de candidatos que nos presentan los partidos políticos es alarmante el panorama actual.

Empecemos con el PAN que tiene a tres precandidatos: Josefina Vázquez Mota, Ernesto Cordero y Santiago Creel.

Creel no es la primera vez que pretende llegar a Presidente ¿será que este año le den chance? Y, de conseguirlo ¿los mexicanos le darán la oportunidad al PAN que ha demostrado ser quizá peor que el PRI? Y no porque los del PRI fueran santos, sino porque ellos, dentro de su corrupción, conseguían mantener no tan alebrestado al  crimen organizado. ¿Los mexicanos decidirían aplicar «Más vale malo conocido…» antes que votar por Creel? A Cordero mis esperanzas no le dan para mucho (al menos en mi imaginario) pues se las ha ingeniado para quemarse tantas o más veces que el mismo Peña Nieto y eso no lo deja nada bien parado frente a los mexicanos. Y Vázquez Mota, lo mismo Cordero en su momento, hoy que firmó su precandidatura afirmó que mantendrá la política de cero tolerancia hacia el crimen organizado, continuando con la «labor» que Calderón tan diligentemente ha comenzado en nuestro mutilado país.

Hablar del PRD es hablar de una corrupción e incongruencia extremas. Ahora el partido de la «izquierda» ha nombrado por segunda ocasión a López Obrador como su candidato, para horror no sólo de Marcelo Ebrard (quien ya saboreaba la candidatura desde hace un rato) sino para todos los que nos soplamos el «Voto por voto, casilla por casilla» durante lo que parecieran siglos. Si López Obrador juraba y perjuraba que era el presidente legítimo y ahora nuevamente se postula ¿no sería reelección? ¿o en su imaginario eso no cabe? ¿no se da cuenta de que con tal de llegar a la Silla Presidencial es absolutamente incongruente? (claro, esa última era pregunta retórica).

Y el candidato del que todo México habla recientemente, Peña Nieto, por el PRI. Si bien se veía muy fuerte, pues en apariencia al estado de México le fue bien bajo la gobernatura del príista, en una semana Peña Nieto se las ha ingeniado para ser trending topic en Twitter en más de una ocasión. El Facebook se ve plagado de fotos y chistes y en un dos por tres Peña Nieto se ha convertido en meme dando de qué hablar a todos en las redes sociales. Lamentable, al parecer… aunque bien podría ser una buena campaña no planeada, pues si bien ha sido por meter la patota, TODOS están hablando de él y mi abuelito decía «Que hablen bien o mal de ti, pero que hablen».

¿O qué tanto han escuchado del resto de los presidenciables en estas semanas? Más allá de reiterar los errores de Peña Nieto: lo siguen mencionando. Sí, quizá EPN requiere un nuevo consultor y un nuevo equipo que le ayuden por piedad con un buen guión para que deje de calabacearla, pero el nombre de EPN está sonando tanto que puede ser contraproducente.

Si acaba siendo el más nombrado ¿quién nos asegura que no será el más votado porque es el que queda en la memoria de los mexicanos? Puede sonar exagerado, pero recordemos que los que están leyendo estas líneas en sus pantallas son de los pocos privilegiados que sí saben leer y aún menos privilegiados que cuentan con acceso a Internet. ¿Cuántos mexicanos no leen? ¿Cuántos no tienen computadora?

¿Qué vamos a hacer los mexicanos? Es pregunta que he escuchado de forma reiterativa en las últimas semanas y ante la que he hallado infinidad de respuestas, todas nefastas: desde el «recemos porque nos toque el menos peor» hasta el «seguro aunque anulemos el voto habrá fraude». Resignación y desidia absoluta. «No hay a quién irle» (agreed), «Seguro nos llevarán al baile» (¿por qué seguro?), «Es que es ir de Guate-mala a Guate-peor»…

¿Es que en serio nada podemos hacer? Claro, si nos abstenemos, si nos quedamos impávidos dejando que otros jueguen con nuestro país, por supuesto que no nos queda nada qué hacer… pero eso incluye el no quejarse ¿eh? No podemos entregarle las riendas de un país a la buena suerte y después quejarnos de que no funcionó. ¿Es que no podemos pensar, actuar? ¿Es que el mexicano sólo está bueno para quejarse y, eso sí, sacar maravillosos meme’s ante las metidas de pata ajenas?

Las elecciones están a la vuelta de la esquina, pero piensen un poquito en el nombre «ELECCIONES» se supone que somos nosotros los que elegimos. Y estamos en nuestro derecho de exigirle más al gobierno, así como es nuestra obligación empezar a hacer más por el país. Los servidores públicos son eso: servidores del pueblo. No tienen, ni deben,  por qué ser más que nosotros o pisotearnos. ¿Estamos? Ahí se los dejo de tarea. Empecemos nosotros el cambio.

39º C (pensando en @albertotensai)

Publicado 7 diciembre, 2011 por Vanessa Puga

Ahora que el buen gastrónomo confiesa en Twitter que anda con fiebre y a ver si no desvaría, recordé este texto viejo mío, escrito tras uno de mis ataques de fiebre de más de 39ºC:

Estos 39°C me hacen desvariar. La cama flota sobre un mar color acero y yo no soy más grande que una pulga. Mi piel arde con el calor del infierno, aunque más infernal es el frío que siento. No puedo dejar de temblar y todo da vueltas. Siento las articulaciones adoloridas y me empiezo a inquietar. Noto insectos negros que van subiendo por las cobijas. Me quieren alcanzar. Sacudo las piernas y obligo a mi razón a actuar. Son los 39° C. No hay insectos en la cama, aunque los vea. Mi cuerpo entero pesa como plomo y prefiero tener los ojos cerrados. Hay un leve escozor en mi nuca y pienso que es el bicho del almohadón de plumas bebiendo mi sangre. ¡Nerea, reacciona! Estos 39°C no me sientan nada bien. El estado duerme-vela propio de los delirios febriles me está enloqueciendo. No consigo descansar. Hay imágenes frente a mí, deformes, dando vueltas. Bailan y se esconden en los cajones. Me caí al mar de acero. Estoy empapada. Espera. No es agua, es sudor, helado y cristalino. Mi cuerpo se defiende del embate de la fiebre. Quisiera ayudarlo, pero mi mente está acorralada. Abro los ojos de nueva cuenta. Aún veo insectos e imágenes sin forma que saben a enfermedad, delirios alucinantes con olor a paracetamol. Sí, en definitiva, estos 39°C me hacen desvariar.

Miércoles, 11 de febrero, 2009